ONTOLOGÍA DEL LENGUAJE de Rafael Echeverría plantea una visión transformadora del ser humano como un ser esencialmente lingüístico. Lejos de considerar el lenguaje como un simple instrumento de comunicación, el autor lo concibe como el espacio mismo en el que se configura nuestra existencia. Desde esta premisa, Echeverría elabora una propuesta filosófica y práctica que redefine la manera en que nos comprendemos a nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestras posibilidades de acción en el mundo.
La obra analiza en profundidad los actos lingüísticos fundamentales —como las declaraciones, las promesas o las peticiones— y expone cómo, a través de ellos, generamos realidades, creamos compromisos y damos forma a nuestro entorno social. Con un enfoque riguroso pero accesible, se convierte en un texto indispensable para reflexionar sobre el poder creativo del lenguaje, la naturaleza del conocimiento y el papel que cada persona desempeña en la construcción de su propio futuro.